¿Para eso le pago la facultad?, piensa, ¿para que lea estas boludeces? Si por lo menos estudiara abogacía, o ingeniería, pero no.
¿Y estos tipos son a los que reverencia Luciana? ¿Así que cosos como este pelotudo, al que le causa gracia una lista que podría haber escrito un nene de cinco años, son los que con tanta devoción estudia su hija en la facultad que le sale 450 dólares por mes? ¿Estos son los filósofos, los sociólogos, los pensadores? ¿Esto le inculcan a Luciana los profesores a los que él les paga el sueldo? ¿Qué saben hacer, a ver? ¿Pueden levantar un imperio de la nada, como hizo él? ¿Pueden pagar a sus hijos caprichos universitarios de 450 dólares mensuales? ¿Eh? ¿Pueden?
La mano se crispa sobre el libro.
(Cfr: Ferrari, Kike. "Que de lejos parecen moscas")
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